ierras
Alures
Antigua provincia del Imperio de Akenar
El señor, Sire Bohemundo.
Capital: Invres (33.000+).
Población: 120.000+
Etnos: 40% arcanos, 40% svardos, 10% elfos, 10% enanos
Recursos: Trigo, centeno, embutidos, queso.
Idiomas: Arcano, svardo, élfico, enano.
A finales del siglo IX DS, durante el mandato del emperador Knot, Akenar invadió
esta región habitada por tribus svardas y, minoritariamente, elfos. Se
produjeron varios episodios que dieron lugar a las más épicas historias de
taberna acerca del héroe svardo Ghalo y sus valeroros guerreros, que finalmente
fueron conquistados, a principios del siglo X DS.
Las Tierras Alures son hoy en día una provincia en parte pacificada y en parte
no. Es cierto que se han ido ocupando paulatinamente la mayor parte de los
territorios y se repartieron feudos por derechos de conquista entre las casas
nobles de Akenar e incluso entre caballeros y soldados de las legión, pero por
otro lado las costumbres locales se encontraban muy arraigadas en la población y
han sido origen de numerosos conflictos: a pesar de la libertad religiosa que
existe en el Imperio, no se permiten ciertos sacrificios humanos que las tribus
de la zona solían realizar al morir un jefe de aldea o castro. Esto fue y es
motivo de conflictos cada cierto tiempo. Además, los pueblos pacificados
tardaron en comprender y aceptar los derechos de caza nobiliarios, así como la
prohibición de portar espadas en presencia de nobles hostiles.
A pesar de estos problemas de índole social, la región prospera paulatinamente.
Su territorio está formado principalmente por amplísimos valles de espeso verde,
bosques y planicies de bosque bajo, con lomas que salpican el horizonte y
páramos regados por ríos de aguas tranquilas. El agua en estas tierras es muy
abundante debido al deshielo de las montañas que lo flanquean, tanto por el
norte como por el sur.
En cierto modo las dificultades para civilizar la provincia han estado avivadas
por la presencia hostil del vecino reino de Avlon, al que en ocasiones escapan
los siervos huídos y los delincuentes más buscados. La frontera con Avlon está
bien vigilada para proteger las Tierras Alures de las incursiones que se han
producido en el pasado, que nunca desembocaron en guerras pero incomodan
profundamente a los nobles locales. Tampoco son infrecuentes las razzias de
castigo contra el reino svardo.
Las calzadas imperiales en las Tierras Alures han sido construídas a marchas
forzadas por esclavos prisioneros de otras muchas guerras, de manera que los
puntos principales de la región se encuentran bien comunicados. Se levantaron
los puentes más necesarios y se construyeron molinos, hornos y murallas para las
ciudades que ocuparon los arcanos. En los primeros años de las conquistas se
tiraron las murallas de los castros, pero poco a poco se han ido rehaciendo por
simple necesidad contra los animales salvajes, más que por sedición.
En estas tierras la caza es muy abundante, sobre todo en el norte. Es común la
ganadería, tanto de vacas como de ovejas y cerdos, así como las grandes
plantaciones de cereal. Estos productos se dan tan bien en estas tierras que en
las malas épocas del último siglo la provincia ha sido un verdadero granero del
Imperio. Durante la guerra con el Reino de Akgard, el conde Bohemundo, señor de
la ciudad de Invres, y por tanto el noble más importante de la provincia –no se
creó un ducado en tiempos de la conquista-, hábil negociador y militar sereno,
otorgó a los siervos permisos de caza a cambio del cobro del famoso Impuesto de
Cetrería, de manera que mejoró enormemente el contento de la población y
convirtió la provincia en la única del Imperio en la que los comunes se pueden
comprar el derecho a caza. Aparte de eso, se ha hecho muy popular y querido en
sus feudos, lo que permite adivinar que los problemas en la provincia,
paulatinamente, irán a menos.
En la provincia hay una considerable comunidad enana, sobre todo en el sur, y
también una muy notable presencia de elfos, sobre todo en los bosques de robles
viejos que pueblan el norte de las Tierras Alures.
Las tropas de la provincia están compuestas por dos legiones y tres cuerpos de
caballería que vigilan las fronteras con el Reino de Avlon, así como algunas
tropas feudales que, en su mayoría, forman las guarniciones de las ciudades y
los castillos y torrenes de nueva construcción que se han levantado
recientemente por todo el territorio. Abunda la caballería ligera, los arqueros
y los exploradores élficos.
(Bosquefrío)