orig, Reino de

Su alteza, el Rey Raimundo IV
Capital: Elmar (10.000+)
Población: 40.000
Etnos: 70 % arcanos 30 % ilkos
Recursos: Pescado, .
Idiomas: Común

El Reino de Lorig está formado por casi veinte islas, de las cuales Lorig es la más grande y sólo otras dos cuentan con una extensión habitable. Todas ellas se encuentran en aguas poco profundas y cuentan con buenas condiciones naturales para la pesca. En sus tierras pardas crecen bosques de pinos, higueras y olivos. Aunque el agua dulce no abunda en demasía a simple vista, las enormes cuevas que esconden las islas si poseen auténticos lagos ocultos, algunos de agua salada pero otros muchos de aguas dulces de la lluvia.

Estas islas habían sido pobladas en la antigüedad, en tiempos de los vilonios. Sin embargo tras la Guerra de los Dos Siglos su población había decaído hasta casi extinguirse, hace un siglo, con la salvedad de un puerto en la bahía y un puñado de aldeas ilkas de pescadores. Fue Raimundo de Salé, un cruzado retornado de las tierras de Ala’i, quien llegó a estas tierras en el año 903 DS y las hizo suyas, siendo proclamado rey por el puñado de caballeros fieles que venían con él. El Emperador ignoró por completo la existencia de esta nueva monarquía hasta que en el año 1022 DS el Rey Raimundo III, nieto del fundador del reino, prestó una ayuda decisiva con su modesta flota al conseguir desembarcar unas tropas en la retaguardia del enemigo zarko, que por aquel entonces acababa de invadir el sur de Ayean. El propio monarca murió en la acción y al año siguiente el Emperador de Akenar, Glaumar de Praia, renunció sobre cualquier interés de soberanía imperial en las islas, como pago por la deuda de honor adquirida con Lorig.

El Reino de Lorig basa su modesta riqueza en la venta de agua a los barcos de comerciantes de Westerre. Además, la pesca abundante garantiza la supervivencia de los isleños. La mayor parte de las costumbres se asemejan mucho a las de Akenar, incluso ha sido designado un obispo sillenita para llevar los asuntos eclesiásticos en las islas.

Sólo hay tres fortalezas en el archipiélago, dos de ellas de tamaño reducido. Además de eso se han construído faros y modestos astilleros. La modesta bonanza de las islas ha empezado a interesar a los nobles de Westerre, que no ocultan su intención de controlar Lorig, y quizás estén esperando una buena ocasión para ello.

Las tropas de la isla son reducidas, como mucho tres centenares de soldados fieles al rey, entre ellos unos cincuenta o sesenta caballeros. Sin una guarnición en condiciones la isla sería presa rápida de la piratería. Además, las islas poseen una pequeña pero rápida flota, útil para la guerra.