EVANTE

Provincia del Imperio de Akenar
Su señoría, el Duque Olivier Corbus
Capital: Draco (65.000)
Población: 400.000
Etnos: 95 % arcanos 5 % vilonios
Recursos: Vino, artesanías, queso, leche de brezo.
Idiomas: Común, Vilonio

Las tierras de Levante fueron los primeros dominios vilonios en el continente desde hace casi dos milenios. Según la leyenda, la ciudad costera que los antiguos levantaron al cruzar el mar de Vain se erigió sobre la guarida de un dragón rojo, que hubieron de matar los caballeros vilonios. A la ciudad se le llamó Draco, y a esas tierras más allá del mar los vilonios la llamaron Draak, que hoy en día es como se conoce al continente entero y que no significa otra cosa que “Tierra de Dragones”. En el siglo VII, tras la Guerra de los Dos Siglos, Akenar se anexionó estos territorios y los convirtió en una de sus provincias más prósperas. Sin embargo, recientemente, en la guerra con el Reino de Akgard, el sur de la provincia fue invadido por ejércitos de orcos. Las batallas se sucedieron a lo largo del territorio, hasta que las huestes gardias asediaron la ciudad de Draco. A pesar del tenaz cerco de los atacantes, de los continuos asaltos y las torres de asedio, la ciudad consiguió defenderse durante trescientos días seguidos, hasta que un ejército arcano dirigido por el actual duque, Olivier Corbus, rompió el cerco y salvó la plaza. Con la llegada de la paz muchas de las tierras que habían sido ricas y prósperas se habían convertido en yermos deshabitados arrasados por la guerra.

Levante está formado por zonas costeras de colinas suaves y valles tranquilos. Sus bosques son poco frondosos y sus ríos, anchos. El clima es muy lluvioso y toda la región es muy verde. La región contrasta con algunas partes de su costa pedregosa, que da a mar abierto con altos acantilados y playas de gran oleaje.

La provincia está muy bien comunicada de norta a sur y con calzadas imperiales que conducen hasta la capital. En estas tierras son muy abundantes los pequeños feudos controlados por pequeños castillos, muy numerosos y de construcción generalmente antigua. El principal bien de estas tierras es el vino, cultivado en abundancia en la mayoría de los condados. También abunda la ganadería y la producción de mermeladas, quesos, cuajadas y leche de brezo, un brebaje que sólo se prepara en las aldeas de esta región pero cuyo uso se ha extendido por gran parte del imperio, pues se trata de un elixir que calma el dolor con rapidez. Otro de los productos comunes en la provincia, introducido por los vilonios, son los suelos de cerámica pintados, azulejos y vasijas. Los pueblos de Levante suelen contar, incluso los más pequeños, con horno propio y molino.

La ciudad de Draco está fuertemente amurallada y muy poblada. Se encuentra naturalmente protegida por el mar, de manera que es prácticamente inexpugnable. Las Casas de Comercio de esta ciudad son de las principales en el este del Imperio, ya que controlan un punto estratégico clave para el comercio entre el continente y Vilonia. En esta ciudad, además, se encuentra el Alto Templo de Heironeus, un culto de importancia menor en el Imperio y que es tratado por muchos más como un santo sillenita que como un verdadero Dios.

Tras la guerra con Akgard parte de la población de otros lugares del Imperio ha visto la oportunidad de asentarse en tierras que, aunque amenazadas, son ricas y tienen un futuro prometedor. Eso explica la afluencia de colonos en el sur de la provincia.

Las tropas con las que contaba Levante antes de la reconquista eran muy inferiores en número y calidad que las que se encuentran ahora mismo acantonadas la provincia. Los nobles, que han tenido que imponerse en el nuevo reparto de tierras, cuentan con nutridos ejércitos feudales muy dispuestos, generalmente formados por caballeros, escuderos e infantería con lanzas y arcos. Muchas de estas tropas participaron en la guerra. En Draco están la propia Orden Militar del Templo, seguidores de Heironeus que rozan el fanatismo. Aparte de eso, en la ciudad está emplazada una la Legión y dos Cuerpos de caballería de elite del ejército imperial.

 


(Bosque de Ován, refugio élfico en un Árbol Corazón)