lko,
PrincipadoProvincia del Imperio de Akenar
Su señoría, Lord Simeón, Príncipe de las Islas.
Capital: Tirus (55.000+)
Población: 140.000+
Etnos: 70 % ilkos, 15 % arcanos, 5 % alinos, 10 % otros
Recursos: Barcos, coral, tintes, perlas, pescado.
Idioma: Común, Ilko.
El Principado Ilko se encontraba bajo el mandato del Imperio Vilonio antes de la Guerra de los Dos Siglos, aunque tenía otra división administrativa. Cuando los príncipes ilkos cambiaron su lealtad a favor de Akenar, sus armadores acabaron por decantar la guerra del lado arcano. Tras la caída de Vilonia, en el siglo VII, el Imperio de Akenar fundó esta Provincia, que siempre ha disfrutado de grandes ventajas en el marco imperial, una de las más destacadas es que toda aquella ciudad de las islas que mantenga su flota estará exenta del famoso diezmo imperial, un impuesto común que sólo es perdonado en raras circunstancias. Eso ha llevado a las urbes costeras del Principado a estar bastante poblabas y ha conseguido que florezca en ellas una incipiente industria de construcción naval.
En lo que respecta a las islas en si, son relativamente secas, por los que en ellas el agua es uno de los bienes a tener en cuenta. Muchos señores feudales de las islas ostentan su poder en base a su control sobre fuentes y manantiales, de vital importancia no sólo para sus siervos sino también para los barcos que hacen escala en las islas para aguar.
El comercio en las islas es muy abierto y no es raro encontrar en los bazares de las ciudades a mercaderes de todas las culturas. Muchos de los comerciantes alinos con negocios en Akenar tienen sus rutas basadas en estas islas, así como los arcanos que negocian con el Reino de Arkai o la propia Ala’i, que no son pocos.
Al ser ciudades ricas, la amenaza pirata pesa sobre ellas de manera constante. Debido a las exenciones de impuestos imperiales la mayor parte de los pobladores viven en las ciudades, por lo que han crecido desordenadamente y, por regla general, fuera de las zonas amuralladas. La propia Tirus tiene
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a más de la mitad de sus habitantes fuera de los muros.
En el Principado más o menos está albergada la mitad de la flota de guerra imperial, que durante los meses cálidos suele estar muy activa y, en invierno, permanece en los puertos seguros. Las propias islas son mucho más tranquilas en los períodos invernales. Las tropas feudales de los nobles ilkos suelen estar formada por una minoría de caballeros que lideran una numerosa tropa de guardia, destinada a defender las normalmente dilatadas murallas de las ciudades. Son comunes las máquinas de guerra defensivas, pensadas para atacar barcos desde las torres de los castillos, e incluso las cadenas de cierre en los puertos y entrada de bahías. Los faros también suelen tener una pequeña guarnición feudal, dada su importancia. En el Principado se albergan de manera permanente dos legiones imperiales, que se usan en ataques con la flota. Tampoco son infrecuentes los castillos de Cruzados, que utilizan el Principado como nexo con los lugares lejanos y dichas plazas como lugares seguros para albergar tropas, armas o para entrenar a sus caballeros.
