RK
Provincia del Imperio de Akenar
Su señoría, Lord Wallace, Señor de Erk.
Capital: Caiholt (1.000+)
Población: 20.000+
Etnos: 50 % arcanos, 45% enanos, 5 % otros
Recursos: hierro, pieles, piedra, madera.
Idioma: Común, Enano.
La provincia de Erk domina los pasos de los Montañas de Glades, que unen el
norte y el sur de toda la franja occidental del Imperio de Akenar. La mayor
parte de la provincia es montañosa o de tierras altas, donde abundan los bosques
fríos y los páramos yermos. Por toda la región, las Montañas de Glades tienen
cumbres increíbles y abismos sin fondo por las cuales discurren los pasos de la
calzada imperial, con puentes sobre barrancos, peligrosas cuestras y complicadas
rutas, (la elección de los pasos adecuados depende de la estación y del tiempo
reinante tanto como de la urgencia del viaje o las dimensiones de la comitiva).
En el condado de Erk hay ganadería de montaña, principalmente de cabras. También
hay caza abundante, sobre todo en las tierras altas, en la franja donde los
bosques lindan con las montañas. Además el condado cuenta con minas de hierro,
la mayor parte explotadas por siervos enanos llegados de los interminables
Montes de Ayean.
Hay pocos feudos en la montaña. Los castillos son difíciles de mantener en estas
tierras, hay pocos, y casi todos están en lugares que dominan las rutas y los
pasos de la calzada imperial y son prácticamente inexpugnables por las
condiciones naturales que los guardan. En la baja montaña hay aldeas
fortificadas y asentamientos enanos y de montañeros. En alta montaña hace
demasiado frío y sólo en verano suben los pastores y los montañeses. En invierno
muchos pasos permanecen cortados por las nieves, pero no es imposible cruzar.
Hay un monasterio sillenita asentado en las cumbres, cerca del paso de Goy, que
en ocasiones se queda aislado en invierno y las noches de tormenta. Por la
región, en zonas más accesibles, hay más monasterios que han hallado en la
montaña su tranquilidad, refugio y retiro de los asuntos mundanos.
Aquellos que van a cruzar los pasos de las montañas suelen pagar al señor de
Kayholt un impuesto de cinco monedas de plata. Gracias a este portazgo y al
comercio, la ciudad se encuentra en una época de bonanza. Dicen que en ella vive
otro de los magos famosos del Imperio, Deimos, quizás atraído por las
bibliotecas de los monasterios de la región.
Las tropas de Erk en su mayor parte se encuentran acantonadas en Kayholt, cuyas
murallas de piedra montañesa son la envidia de cualquier ciudad. La mayor parte
de la tropa está formada por infantería ligera, y el propio duque cuenta con un
nutrido número de montañeros, exploradores y guías. Los castillos y torres
defensivas de los montes suelen tener guarniciones bastante escasas.
(Típico paisaje de Erk)