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Fir, Reino de
Su alteza sin nombre, Reina de los Drow, hija de Lolth.
Capital: Onei Dûr (8.000)
Población: 30.000
Etnos: 100% drow
Recursos: Hierro, armas, armaduras, gemas.
Idioma: Élfico.
Las montañas que existen al norte de Svardia son siempre evitadas por las tribus
de los hombres, pues ocultan en su interior un mal sin nombre. Al parecer mora
en sus cuevas laberínticas un ancestral pueblo de elfos oscuros que los svardos
llaman drow, acreedor de los miedos de los norteños.
Se sabe poco de estos elfos pues rara es la ocasión en la que se los ve fuera de
su mundo subterráneo. Al parecer son albinos –lo que, desde tiempos
inmemoriales, hizo que los pueblos de Draak asocien a los albinos con el mal- de
tez oscura, y ven en la oscuridad total.
Las únicas noticias que tenemos de Drow Fir son las que nos relata una edda
svarda, la edda de Ragnar el Risueño, un viajero del siglo VII DS que se
aventuró en las montañas en busca de oro. Según nos cuenta las aldeas de las
cercanías si que comercian con los drow, generalmente con pescado, pieles y
grasa de ballena o aceites de cualquier tipo, que cambian por hierro de gran
pureza o armas, anillos o alguna gema. Al parecer tienen una especie de tregua
que respetan una semana al mes, lo cual parece indicar que de manera habitual
son hostiles. Ragnar se adentró en las montañas y pudo ver al menos dos
fortalezas en las entradas de los valles profundos de las montañas, donde las
nieves son eternas. Consiguió entrar, ayudado de un anillo mágico que le hacía
invisible, según dice, y ver que las montañas no están sino horadadas de un modo
lejanamente parecido a como los enanos trabajan la piedra, formando estancias y
salas de gran tamaño y majestad. Ragnar viajó entre los túneles que unían dos
fortalezas subterráneas construidas para defender Drow Fir de una amenaza de las
profundidades, pero no alcanzó a conocer qué clase de peligro atemorizaba a
seres tan siniestros. Vio a algunos antes de huir, convencido de que no había
oro en las montañas, y nos cuenta que entre los drow hay guerreros de aspecto
temible y quizás hechiceros. Cuando Ragnar, en un accidente, perdió su anillo,
tuvo que huir de las montañas con gran riesgo para su vida, volvió a su aldea,
en la costa del mar de Vith, y jamás regresó a Drow Fir.