GON, ISLA DE
Liga de Agon
El Gran Mercader Sarsa
Capital: Agon (65.000)
Población: 200.000 +
Etnos: 50 % ilkos, 5% vilonios, 45% otros.
Recursos: Piedra, pieles,
telas, vino, metales, ocre, plata, oro, seda,
aceite,
especias, tintes, esclavos,
gemas.
Idioma: Ilko.
Galería:
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La
tradicionalmente
pacífica isla de Agon es sede
de una de las antiguas Repúblicas de Vúlpara y la única que ha llegado a
progresar con éxito. La ciudad es una de las mayores de los Mares Tranquilos
la mayor parte de sus barrios están
compuestos por casas
bajas y de adobe, distribuidas de
manera muy caótica.
Los templos son
relativamente comunes y dedicados a
muchos dioses. Las
ágoras, espaciosas;
los teatros, también comunes. Está
cruzada por un sinfín de canales, algunos muy amplios que permiten la navegación
y la llegada de mercancías casi hasta el corazón de la ciudad, donde está la
llamada Casa de Comercio, donde reside el Gran Mercader elegido -de forma
vitalicia- por los Maestres de los Cinco Gremios.
En general es una bella
ciudad, donde el comercio, el sabio
almacenamiento y la oportuna mercadería tienen importancia clave. De hecho la
fama de sus mercaderes
sólo es superada -ampliamente,
hay que decir- por los
de la isla
de Tresia. A pesar de eso, una de las
ventajas
que tiene Agon sobre la Isla de los Palacios es
su depurada maestría en la
construcción de embarcaciones;
aproximadamente desde
el año 760 DS empezaron a fabricar unos nuevos barcos
(son especialmente famosas las drómonas de guerra, birremes de guerra muy
veloces)
de gran capacidad que, sin duda, son los mejores y más veloces navíos que surcan
los Mares
Tranquilos. No es nada
infrecuente que incluso
los navegantes tresios acudan a Agon a construir sus naves,
que obviamente se construyen por encargo.
El Gremio de
Constructores de barcos es muy cerrado y de muy difícil acceso.
En los
últimos tiempos la ciudad atraviesa un momento ambiguo. La mayor parte de los
mares de Vúlpara y de Argos se encuentran especialmente agitados por piratas
zarkos y los ataques no son algo infrecuente, lo cual ha reducido en gran medida
el sosiego de sus habitantes, más bien por el miedo a los cambios en los precios
en los mercados que por el propio temor a un ataque, pues la ciudad se encuentra
fuertemente protegida. Al mismo tiempo el clima de peligro más allá del puerto
de la ciudad ha revitalizado muchas de las facetas más oscuras de la urbe como
la trata de mujeres esclavas, la pasión por la Arena (combates a muerte en el
antiguo Circo vilonio), el mercado negro, el vino y las especias sedantes como
el opio. El vino
de la ciudad es bastante bueno así como sus aceites. Es famosa la costumbre de
Agon de cavar un hueco en el suelo y cocinar en él a un cerdo entero con
cebollas y especias.
La
ciudad cuenta con dos Torres de Magia de la Orden
de la Estrella, una de
ellas dedicada únicamente al estudio marino de las naves, los vientos, las aguas
y la navegación, a cargo de la maga
ilka Evard. La segunda Torre está
construida a modo de defensa contra piratas y reinos que quieran atesorar las
enormes riquezas que se guardan en la ciudad,
en ella vive el dudoso Bigby, un mago ilko que ha tenido numerosos
enfrentamientos dentro de la Orden de Magia no sólo con el Archimago Merion sino
con su eterno enemigo, Mordenkainen.
A pesar de eso los métodos de Bigby
han mantenido la ciudad a salvo incluso en las dos últimas décadas en las que
los piratas e incursores zarkos se han vuelto especialmente intrépidos.
Agon
posee una guardia
nutrida de mercenarios para tiempos
de paz, en tiempos de
guerra todos los hombres de la ciudad se levantan en armas.
En esta ciudad se guarda el
tesoro de la Liga de Agon, concretamente en el Templo de Pelor. La Liga es una
federación de pequeñas ciudades libres que pagan todos los años para costear los
gastos de una flota de guerra que mantenga el Mar de Vúlpara libre de piratas.
En el inmenso puerto de la ciudad se pueden ver algunas de las naves de la Liga,
con sus velas azules y blancas. En
estos tiempos la Liga está especialmente activa y el puerto es un hervidero de
actividad, se contratan mercenarios, hombres de armas y marinos constantemente.
Zarpan barcos a la caza de piratas; y algunos nunca regresan.
Aparte de eso, no es muy
difícil encontrar mercenarios en Agon, hay dos gremios que fabrican armas con
metales comprados en el Reino Enano
de Aynea y que nutren
a la mayor parte de las contiendas isleñas. Son especialmente comunes los
arqueros agoneños, aunque no destacan tanto como lo hace un arquero élfico o un
arcano de Lundor.
En
cuanto al resto de la isla,
salvo
la ciudad de Radagar, que también es un enclave de mercaderes, aunque de mucha
menor importancia que la ciudad de Agon,
está compuesta por pequeñas
poblaciones costeras que se encargan de sostener el negocio de alimentar a las
varias decenas de miles de agoneños, a base de pesca, cereales, árboles frutales
–cuentan con grandes extensiones de árboles de gulgo, una fruta que crece en las
islas del Mar de Sargos, dulce y sabrosa, además de grandes rebaños de ñecos
–una especie de oveja como las arcanas pero de dos patas, que produce una leche
extremadamente rica-. Estas
poblaciones costeras no cuentan con la misma protección que la ciudad y en los
últimos años han sufrido bastante el acoso pirata. Por ello el Gran Mercader
está empezando a construir pequeñas torres defensivas y atalayas de aviso entre
unas poblaciones y otras. Al norte se encuentra Faro Majera, una gran fortaleza
de tiempos del Imperio Vilonio donde se suele entrenar el único cuerpo de élite
de la isla, los Defensores de la Liga, soldados entrenados para luchar a pie con
armadura ligera, en muchas ocasiones adoradores de Pelor.
Aunque
en teoría la isla es bastante extensa, con más de trescientas millas de punta a
punta, una grandísima parte de este territorio está ocupado por los Picos Izaray,
unas escarpadas montañas que parecen como gigantescos colmillos que salen del
mar. Son tierras de cabreros y aldeas muy pequeñas, con poca agua y cuyo único
interés verdadero son las canteras y su comercio. Se han encontrado algunas
estatuas de gran tamaño en las montañas pero se desconoce su origen. Además se
rumorea que en el interior de las cumbres habita algún clan de gigantes, pero
esto quizás sean sólo chismes de la gente sencilla. Lo que es cierto seguro son
las formaciones rocosas que hay en los llanos al sur de Agon con formas extrañas
que los lugareños llaman las Torres Baldías y donde más de uno asegura haber
encontrado restos de viejos tesoros...
En la
isla se adora a los Dioses Paganos (también conocidos como Los Trece) y entre
ellos principalmente a Pelor. También hay templos de otras deidades aunque son
seguidas en bastante menor medida. Algunos encuentran curioso que no se
extendiese con más fuerza el culto a Atros, dios del comercio, pero si lo
pensamos con detenimiento éste es el Dios de los tresios y la rivalidad entre
ambas islas es manifiesta.
(mapa de Agon y alrededores)